jueves, 7 de julio de 2016

PASEANDO POR BANGKOK


Definitivamente viajar con un bebe es diferente, muy diferente.

Para empezar, tenemos reservada la primera semana de hotel...si, lo que leéis... Y además en hoteles de 3 estrellas....uaaaaala!!! Si que hemos cambiado!!! Jajajaja.

Seguro que puedes no reservar y esas cosas, pero para nosotros es mejor tener controlado algo. Los primeros días requieren de mucha adaptación, y una cosa menos en la que pensar facilita la vida.  Tienes que adaptarte al clima, al horario, las comida, detectar que y donde dar de comer a Duna (la peque) y encontrar espacios de juego para ella donde poder pasar el rato cuando entra en modo turbina (una ciudad como Bangkok, de entrada no lo facilita, aunque nos hemos sosprendido positivamente). 




Nos hospedamos en el Royal Hotel, a 2 minutos de todo el meollo de Khao Sand Road, pero en una zona más tranquila. El hotel es un poco cutre pero muy limpio,  es como una pequeña ciudad, hay congresos, filman pelis, siempre esta abarrotado de gente, hay tiendecitas, restaurantes, una pequeña farmacia china, etc. 

La primera tarde la pasamos refugiados de la lluvia monzonica en un bar de Khao San.  Duna fue la atracción de feria de todo el staff del local. Bailo todas la canciones de bob marley mientras los empleados le aplaudían y le decían cosas que no entendíamos. Pero parecía que también se lo pasaban bien. Ellos mismos se encargaron de hacerle una sopita de arroz y pollo que Duna deboro con gusto. Se quedo dormida en pocos minutos, y nosotros pudimos cenar tranquilos y poder pasear por las calles de alrededor. 



El siguiente día, pudimos visitar el Gran Buda reclinado, e ir a Siam Centre. El ultimo es un centro comercial, se avecinaban lluvias y era una alternativa a no acabar empapados. Los traslados los hicimos en taxi... Si en taxi... Ni en tuktuk ni en transporte público... En taxi... Jejeje (los precios oscilaron entre 4 y 6 euros maximo, asi que tampoco es un drama).



Para cenar Duna probo el arroz frito y un pescado a la bbq. Volvió a caer fulminada y cenamos tranquilamente cerca de Rambutri, de hecho en el barrio donde vivia nuestro amigo Fran y que el no ensenyo con tanta pasion. Si quereis cenar la zona esta justo despues de pasar el rio que esta al lado de Rambutree St., una vez lo pasais, dejando atras Rambutree, girais a la izquierda y vereis que hay muchoos puestos tipicos de restaurantes con las cocinas en la calle, nos encantan.
Como era de esperar, con tanto cambio de temperatura, Duna se ha resfriado y amaneció con fiebre.  No se qué manía tienen en este país de poner los aires  para sentirse como en el polo norte. Así que hoy Duna decidio dormir una siesta matutina después del desayuno en el hotel. Y nosotros decimos que era buena idea acompañarla . Salimos para la hora de comer. Y ya con el estomago lleno fuimos a un pequeño parque muy pero que muy agradable en Praathit Rd junto al Río Chao Praya. Nos lo recomendó nuestro amigo Fran. Alli hemos conocido a una pareja de ingleses que llevan viajando con su hijo de dos años durante un año. Al atardecer los parques se activan, las familias van con sus hijos, la parejas pasean, y hasta se hacen clases de aerobic, Ruben y Duna lo han gozado. Así que entre todos los intentos de robo de pelota a todos los niños del parque, la gente mayor que ha estrujado las mejillas de Duna, y la clase de aerobic, hemos interactuado con medio parque.



Los bebes aquí son bien recibidos en general. Los Thai los adoran, sacan sus móviles y fotografían a tu hija, así, sin más. La cogen, le hablan, le bromean...le insisten en que diga "Sabadee haaaa"... Desde luego no pasamos desapercibidos. Y menos con una hija como la nuestra, que no se calla ni debajo del agua, y que ríe las gracias a todo el mundo. 

Mañana nos vamos a Koh Samui. Qué ganas de escapar del calor y de la ciudad.

1 comentario:

los papas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.