Llegamos a Kenia el domingo, al aeropuerto internacional de Mombasa. En nuestra opinión podemos saber como es un país una vez pisas su aeropuerto. Igual que el de Addis estaba completamente destartalado, el de Mombasa es un aeropuerto limpio y con servicios. Nos plantamos en el país sin guía, por tanto un tanto desorientados. Preguntamos a algunos turistas sobre sí ellos llevaban guía y nos la dejarán mirar, pero nadie llevaba una. Muchos eran turistas que viene con todo incluido y con un coche que los estaba esperando en la entrada para llevárselos a un hotel de lujo.
Después de hacer los paso típicos: mirar el cambio, sacar dinero del cajero y ver las diferentes opciones para plantarnos en la ciudad... Optamos por coger un shuttle bus. Costaba 300kch (3€), era una mini bang, que nos dejaría cerca de Old town.
Una vez allí, nos toco lidiar con los diferentes tuk tuks, que como siempre te intentan cobrar un precio abusivo. Fuimos de aquí para allí, hasta encontrar un sitio para dormir.
Los precios de Kenia nos sorprendieron, todo resultaba considerablemente caro, especialmente comer. En Mombasa pasamos solo una tarde. Los justo para comprarnos una guía que nos orientara en el espacio, y algunos productos que nos harían la vida más cómoda (repelente de mosquitos, insecticida, adaptador eléctrico, pasta de dientes...).
Y a la mañana siguiente, con ansia de playa, nos lanzamos hacia Diane Beach.
En Kenia existen mini bangs que hacen la función de autobús, los matatus. Van cargados de personas, conducen a toda leche y llevan la música a todo volumen. Cogimos un matatu que nos llevaría al ferry, después el ferry, y una vez en tierra otra vez, otros dos matatus hasta Diane Beach. Una vez en Diane nos dimos cuenta de que aquello estaba repleto de de resorts, y que los precios se escapaban con diferencia de nuestro presupuesto.
Cargados con nuestras mochilas y con un sol de justicia sobre nuestras cabezas, decidimos recargar energía y tornarnos algo fresquito en el único local que parecía algo más humilde. Allí, una encantadora señora, se ofreció a llevarnos en su coche hasta Diane Campsite, a un par de km de distancia. No podíamos dar crédito a lo que nos estaba pasando... Alguien estaba haciendo algo por nosotros sin pedir nada a cambio!!!... Todavía emocionados, llegamos a Diane Campsite y entramos en un enorme estado de letargo.
Hemos dormido más de 10 horas al día, hemos aprovechado al máximo la piscina del hotel, y hemos "intentando" disfrutar de la playa. Lo cierto es que tienen una playa preciosa, de esas de postal, de km y km de playa de arena blanca y fina, de agua turquesa y palmeras. Pero hay varias cosas que condicionan. En esta época del año hace bastante aire en la playa y sus Beach boys. Estos son tipejillos que intentan hacer sus business a costa de los turistas, bien con paseos en bote, comprando su artesanía, excursiones de pesca, cigarrillos de Bob Marley.... Hasta ahí todo bien... El problema que son MUY pesados. Resulta casi imposible estar sólo un solo segundo en la playa sin que te hayan intentado vender hasta su ADN. Des de luego hace falta grandes dosis de paciencia y buen humor.
En Diane hemos estado 3 días, para recuperar energías y considerar de que en otras zonas de costa del país, encontremos un lugar más relajado (menos Beach boys), menos turismo de lujo, y más ambiente local.
CUESTIONES PRACTICAS:
- Hotel mas barato, Diani Campsite: 2500 ch.
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